RETO 2. Trabajo en alianza.

Aunque prácticamente toda la actuación de la DGT está relacionada directa o indirectamente con la Agenda 2030, el ODS 3 es el más vinculante: "Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades". Con objeto de reducir las muertes y lesiones causadas por siniestros viales, se han articulado acciones y medios para vigilar que se cumple la norma y para que disminuyan los riesgos al volante (velocidad, distracciones, uso del cinturón y casco, o consumo de drogas y/o alcohol). Se trata de desarrollar políticas para una movilidad sostenible y segura con la colaboración de entidades directamente implicadas.

El ODS 4 insta a garantizar una educación inclusiva, equitativa, de igualdad y que promueva la igualdad de oportunidades. Para reducir las víctimas de la carretera, la formación y educación vial son un factor decisivo. Por eso, se han mejorado las pruebas para obtener el permiso de conducir (los nuevos sistemas de asistencia a la conducción "ADAS"), cursos de conducción para conductores que ya tienen el permiso, cursos específicos de seguridad vial para profesionales (motoristas) y actividades de concienciación, sensibilización y educación vial (camino escolar seguro o proyecto STARS).


En este contexto, se establecen las siguientes objetivos relacionales con organizaciones públicas y privadas:

1. Integrar la seguridad vial con otras políticas, en el marco de la Agenda 2030. El Ministerio del Interior, a través de la DGT, se coordina con los departamentos ministeriales y Administraciones competentes en ámbitos que pueden ser implantados por las políticas de seguridad vial. Por ello, se participa en los órganos colegiados, grupos interministeriales y grupos de trabajo que en cada momento están activos.

2. Potenciar la actividad en seguridad vial de la Jefaturas Provinciales de Tráfico (JPT). Las actividades de las JPT tendrá el objetivo de hacer compatible un protagonismo creciente en la política de seguridad vial con el servicio a la ciudadanía a través del trámite administrativo, así como de la actualización y profesionalización del personal examinador encargado de calificar las pruebas para la obtención del permiso de conducción.

3. Mejorar la formación durante el acceso al permiso de conducción. Revisión de la normativa europea y el intercambio de buenas prácticas entre los Estados Miembros. Los contenidos de la formación y las pruebas de acceso al permiso deben tener en cuenta, junto con la seguridad vial, los valores de movilidad sostenible y de convivencia segura con otros medios y colectivos (peatones y personas usuarios de bicicleta o de VMP). Además, las pruebas deben adaptarse a la evolución tecnológica, ya sea en el ámbito de seguridad de los vehículos nuevos, como en el de la accesibilidad, poniendo especial interés en aquellos colectivos que presenten alguna discapacidad o necesidad concretas.

4. Garantizar la oferta formativa para personas con permiso de conducción. Se garantizará la oferta formativa a personas que ya tienen un permiso de conducción. Este tipo de formación continua se impartirá en los centros de formación que participen en el sistema de certificación que pone en marcha la DGT. En concreto, se implanta el modelo de cursos de conducción segura bonificados con puntos. Los primeros cursos que se pongan en marcha estarán destinados a las personas conductoras de motocicletas y turismo; y se evaluará de manera continua la necesidad de nuevos cursos. Los centros de formación que deseen impartir estos cursos deberán obtener la correspondiente autorización. Asimismo, se evaluará el impacto de estos cursos sobre el riesgo vial, consultando el Registro de Conductores con el Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico.

5. Mejorar la revisión de las condiciones psicofísicas e introducir la intervención sanitaria para el tratamiento de la reincidencia. La revisión del permiso de conducción se debe adaptar a los cambios en la normativa de tráfico y los avances en medicina del tráfico. Además, resulta prioritario evaluar los actuales periodos de vigencia, en función de la prevalencia real de las distintas enfermedades que afectan a la población y de su riesgo. En el caso de la prevención de la conducción tras el consumo de alcohol u otras drogas, se deberá complementar la labor de vigilancia y control con la atención sanitaria, cuando sea preciso. En este sentido, se continuará trabajando con las autoridades sanitarias para facilitar a los profesionales sanitarios en general, y en particular a los de atención primario, materiales, recursos y formación con los que mejorar el consejo sanitario a pacientes, particularmente en lo referido a los riesgos asociados a determinadas enfermedades y al consumo de medicamentos, así como la valoración de los conductores remitidos desde los Centros de Reconocimiento de Conductores o desde las JPT.

Por todo ello, y con objeto de potenciar la calidad de los centros colaboradores, la DGT ha propuesto dichas actuaciones orientadas a la certificación de la calidad, la inspección de centros y el impulso de la profesionalización del sector de la formación, estableciendo dicha colaboración con los siguientes centros:

- Jefaturas Provinciales de Tráfico.

- Escuelas particulares de conductores.

- Centros de impartición de cursos de conducción segura y eficiente.

- Centros de formación de mercancías peligrosas (ADR).

- Centros de sensibilización y reeducación vial para la recuperación de puntos.

- Centros de reconocimiento de conductores.

NOTA: Está pendiente la determinación por la DGT del sistema informático de consulta del saldo de puntos de los conductores profesionales por parte de las empresas de transporte (transportistas).

Un saludo.

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